Un pasaje bíblico inexistente, un maletín cuyo contenido es un enigma, un director independiente autodidacta, una pléyade de actores contrastante, tres historias  entrelazadas, la palabra fuck repetida más de 200 veces, una orgía de disparos, un boxeador, un mafioso y dos matones… todo eso y más es Pulp Fiction.

Corría el año de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se levantaba en armas, Kurt Cobain era enterrado tras su suicidio, se celebraban elecciones libres en Sudáfrica, Madrid sufría un atentado terrorista perpetrado por ETA y Quentin Tarantino, aquel cineasta que se formó en tiendas de video, estrenaba su segunda película, que, con el paso de los años, se convertiría en un filme de culto.

Ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y nominada a siete premios de la Academia (ganando el de mejor guion original) Pulp Fiction es uno de esos filmes imperecederos, que se actualiza con el paso de los años en donde es apreciada por nuevas audiencias ávidas de buen cine.

Lo que inició como una idea de unir cortometrajes de distintos directores, terminó convirtiéndose en un fenómeno fílmico cuyo guion fue escrito por Tarantino en cuadernos escolares, en un departamento de Ámsterdam, es aclamado por críticos, cinéfilos y público en general.

Resultaría ocioso hablar del argumento de una película que se ha convertido en un clásico y que fue un parteaguas para el cine independiente de finales del siglo XX. Aquel que no haya gozado con el baile de Vicent Vega y Mia Wallace, clara referencia a 8 ½ de Fellini, aquel que no sepa cómo se le llama a un cuarto de libra con queso en París o que no se haya impactado al ver cómo explota la cabeza de un adolescente afroamericano, no puede llamarse amante del cine.

Y es que Pulp Fiction es más que una película con reminiscencias al cine negro, irónica y violenta, Pulp Fiction es una manera de describir el mundo posmoderno en que nos encontramos, en donde las jerarquías se rompen, donde todo es líquido y la certeza no existe.

La ironía juega un papel importante tanto en el filme como en la vida posmoderna misma, las fronteras entre lo absurdo y lo racional se han difuminado, en donde los versos bíblicos pueden ser reinventados y la vida es tan volátil que puedes acabar siendo violado en una tienda de antigüedades, incluso siendo el jefe de la mafia.

25 años han transcurrido desde su estreno, 25 años más correrán y Pulp Fiction se mantendrá vigente. La maestría de la dirección, el ritmo bien llevado, las espectaculares actuaciones, la violencia explícita, la maleabilidad del tiempo y las múltiples referencias al cine clásico (Hitchcock, Bava, Fellini, etc.) son elementos que aseguran el éxito de esta cinta a través de los tiempos.

Tal vez nunca sabremos qué hay en el maletín, ni encontraremos a Ezequiel 25:17 en la biblia, pero al menos seremos capaces de ir a París y pedir una hamburguesa, una Royal con queso y en ese momento nos daremos cuenta de que películas como Pulp Fiction fueron creadas para jamás morir.

 

  • Pulp Fiction (Tiempos Violentos)
  • Estados Unidos, 1994
  • Director: Quentin Tarantino
  • Guión: Quentin Tarantino, Roger Avary
  • Con: John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Bruce Willis, Ving Rhames,Harvey Keitel
  • Duración: 153 minutos