Memorias con Darío Ripoll
¿Qué significa ser un buen actor, quien puede ser considerado uno? ¿Acaso es aquel que llora de la mejor manera, aquel que nos saca grandes risas o que nos asusta mejor? Sin lugar a dudas un gran actor logra hacernos sentir todas esas emociones pero eso no es todo…
Tuve la oportunidad de entrevistar a un gran actor, una persona que desde el primer contacto transmite una calidez humana muy singular, pero sobre todo alguien que en su conversación evoca a aquellos personajes con los que alguna vez nos identificamos. La conversación me hizo comprender que un buen actor es el que te transporta a mundos que jamás soñamos, aquel que crea universos que se quedan guardados para siempre en nuestra mente, como las memorias que Darío Ripoll le ha dado a México.
Nacido en la Ciudad de México, Darío siempre tuvo contacto con las artes, pero no fue hasta que vio Jesucristo Súper Estrella (1973) que una fuerza dentro de él despertó. “Cuando vi el musical no entendía bien lo que pasaba pero me dije a mi mismo, yo quiero hacer eso”. El inquietante y alucinante Jesucristo rockeando lo había ya marcado para siempre.
Pero a pesar de tener la llama del teatro encendida en su interior, Darío nos contó que su abuelo fue un importante coronel de artillería de la República Española y su padre un militar en nuestro país, razón por la cual se sentía inspirado a continuar con el legado militar familiar. Sí, así como lo leen, Darío nos confesó que se enlistó en las fuerzas armadas mexicanas, específicamente en la marina, pero no fue admitido por a su estatura.
“Siempre tuve esas ansias de poder servir a mi país, pero el destino me tenía planeado otro camino”. Fue así que su viaje a través del mundo del arte comenzó, pero como en otras disciplinas, el camino no fue fácil; fue uno largo, con altibajos pero “la pasión y la paciencia nunca lo dejaron rendirse”, confesó. “Esta carrera es muy difícil cuando uno va empezando, debes estar muy apasionado con lo que haces; ser paciente y estar consciente de que nunca dejas de aprender, esto es el motor para el éxito”.
Dario estudió actuación en una de las escuelas más reconocidas y prestigiosas del país, la “ENAT” (Escuela Nacional de Artes Teatrales) con el tiempo se volvió director de una casa de cultura, junto a su hermana fundó una pequeña compañía de teatro; después los castings llegaron, poco a poco fue cosechando las semillas que lo llevarían a recolectar 25 años de experiencia.
Dentro de su amplia lista de papeles, ha participado en producciones teatrales como Chicago, Los Miserables, Peter Pan y La Novicia Rebelde; también ha participado en películas como 7 Días, Por Mis Bigotes, Diente por Diente, y 12 Hombres en Pugna; en videojuegos como Batman: Arkham Knight dobló al inigualable Joker; también ha trabajado en producciones televisivas como La fea más bella, Yo amo a Juan Querendón, Los Héroes del Norte y Una familia con suerte, entre otras.
Mientras platicamos, no puedo evitar pensar en mi primer acercamiento con su trabajo. De las primeras veces que lo vi, fue en Vecinos donde interpreta a uno de sus personajes más famosos Luis San Roman, mejor conocido como Luisito. Más recientemente lo recuerdo en la película Mirreyes contra Godínez donde personificó a un ambicioso y malvado jefe, dos personalidades muy diferentes, casi opuestas; pero para Ripoll la diversidad es algo esencial dentro de su vida actoral. Nos explicó que es responsabilidad del actor diversificarse para no ser encasillado en un solo tipo de género.
“Si un actor se encasilla en un solo género, pierde la oportunidad de hacer otras cosas, es por eso que me gusta quedarme solamente con la comedia”. Dario Ripoll también busca distintos géneros en lo que vé, lo que lo ha convertido en un gran catador de series. “Me gustan esas que tienen una buena narrativa, esas que te sorprenden con giros que no esperas, series diferentes”. Entre sus favoritas están Breaking Bad, Nip Tuck y Game of Thrones de ésta última se considera todo un fan y personificaría con gusto a cualquiera de sus personajes; seguramente sería un buen “ Rey de la Noche”.
Entre sus confesiones, el actor nos cuenta cómo crea sus personajes. Primero indaga en todos los recuerdos en busca de esas memorias que le ayuden a crear la forma y fondo de sus personajes. Un método eficaz, nos cuenta, es la observación de la gente; viaja de lugar en lugar para conocer personas de distintas regiones, pone especial atención en sus emociones, tradiciones y estilos de vida, para encontrar esos detalles que están guardados en el inconsciente colectivo de la sociedad.
Su meticulosa observación le ha permitido detectar y admirar a otros actores comprometidos con crear personajes inigualables, como Dolores Heredia, los hermanos Bichir, Joaquín Phoenix, entre otros, pero es su padre quien se lleva los honores, “él medio uno de los consejos más valiosos de toda mi vida: siempre ser un buen humano” .
“Mi familia me enseñó a siempre ser compasivo y amable, a siempre cuidar el planeta y todo lo que nos rodea, creo que es algo necesario en nuestra actualidad y que se debe enseñar desde la base familiar”, esas enseñanzas le han permitido identificarse con Luisito de Vecinos, un hombre fiel y que cuida, a pesar de todo, a su familia. Ya entrados en el tema, nos habló de las 2 nuevas temporadas de la serie, la cual llegará con muchas sorpresas, quizá hasta lleguen con torta bajo el brazo.
Actualmente, Darío Ripoll trabaja en diversos proyectos como Ninis una serie que aborda el tema de las personas que “Ni estudian, Ni trabajan”; Promesas de Campaña, prometedora serie de Claro Video que nos contara cómo se maneja el mundo de la política. Además, próximamente estrenará papel en la secuela de Matando Cabos, un clásico del cine de los 2000 que regresará pronto a la pantalla grande.
Sin lugar a dudas Darío Ripoll es un talentoso actor que logra transportarte a un sinfín de emociones, alguien que te transporta a distintos mundos y que con su sencillez y carisma lo convierten en un gran actor.