Un pequeño vistazo a la mente e historia Alex Durán
El inicio
18 años en San Luis Potosí y nunca pensó que terminaría como un gran actor en la televisión mexicana. Su historia hacia la pantalla chica nació gracias a que uno de los hermanos de su amigo estaba estudiando en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa y en una comida que coincidieron le platicó al respecto y eso fue lo que despertó la curiosidad de Alejandro Durán.
Comenzó en el taller de actuación de su preparatoria, y al respecto expresó que le gustó mucho, que finalmente logró entender a que se refieren cuando mencionan esos dichos en los que dice algo como: lo único necesario es un botón para activar lo que hay dentro de cada uno de nosotros, pues para él, la habilidad para interpretar era algo que ya traía consigo.
Llegó a la Ciudad de México una vez que se graduó de la preparatoria a sus 18 años, de inmediato entrando al CEA para presentar su audición y una vez adentro se dio cuenta que estaba completamente enamorado de la actuación.
Lo que le fascina de la actuación es la capacidad de transformarse en un personaje, esa virtud de poder mandar un mensaje con ellos, de realmente meterse en su piel y lograr proyectarle a la gente porque es que esa figura piensa y actúa de esa manera.
Los personajes
A lo largo de su carrera Alex Durán ha interpretado varios personajes, entre sus más icónicos se encuentran, Trino Rivera en El Señor de los Cielos, Norman en La Bella y las Bestias y Azucena en la Bioserie de Blue Demon.
Azucena, actualmente, es el personaje que más ha marcado al actor de manera personal, le ayudó a romper con barreras que tenía y además es uno de los que más retos le ha hecho enfrentar, algo que siempre busca en un personaje. Tuvo que deshacer su necesidad de quererse ver como el típico galán, ya que su imagen era más la de una mujer, una a la que le encantaba traer las uñas pintadas, tacones, y hasta faldas apretadas.
Pero no sólo era traer todo puesto, también era aguantar las dos horas de caracterización todos los días antes de las grabaciones y hasta nos cuenta que hubo 2 o 3 días en los que al final les decía a los de la producción con lágrimas en los ojos: “Quítenme por favor ya la peluca”.
Y gracias a todo esto ahora logra entender mucho más a las mujeres, al final de la experiencia la más agradecida fue su esposa, que entre risas le decía: “Ándele, Ándele, pa’ que me entienda”.
Las oportunidades no se dan, se hacen
Ese es el título de la conferencia que Alejandro Durán da de vez en cuanto, es un proyecto muy personal que nació de la nada. Todo comenzó cuando el actor estaba platicando con unos chavos, contándoles respecto al inicio de su carrera, pues al finalizar ocurrieron reflexiones muy interesantes y eso motivó a la creación de algo en donde se hablará de lo mismo pero a mayor escala, buscando hablar de todo, desde lo que le salió bien, hasta de lo que salió mal.
Probaron la plática en una universidad y cuenta que al final ocurrió algo que sólo puede describir como mágico, que fue lo que le fascinó del proyecto, pues le encanta poder aportar algo al resto, en especial a estas personas que traen ganas de hacer algo, pues son las que usualmente se quedan con el ‘hubiera’ y es de ahí de donde nace el nombre, pues Alex piensa que las oportunidades no se dan, uno las debe de buscar, de crear, de salir a buscar a la calle.
Lamentablemente, debido a que el actor no se considera un conferencista, no tiene fechas establecidas, sino que visita lugares conforme lo invitan, pero él atiende a cada una de ellas con alegría pues ayudar es algo que le apasiona.
Babas y risas
Alejandro Durán es un actor que no tiene problema con dejar que conozcas un poco de su intimidad y lo demuestra con el libro que ya está a la venta bajo el título de: Babas y risas. Un cuento dedicado a su hija Valentina y a la memoria de su perro Rex.
Nos cuenta que no ha logrado darle el tiempo necesario por el momento, debido a que está trabajando en una serie, pero que en cuanto termine comenzará a hablar de él alrededor de la república.
Finalmente, nos compartió su emoción por interpretar a Ishiro Tanaka, un personaje japonés que sabe artes marciales. Un nuevo reto pues debe de contar con acento para representar su lugar de origen, pero eso no lo es todo, también Alejandro Durán nos compartió que es completamente diferente a él, pues es más introvertido. Así que si no te quieres perder esta nueva faceta del brillante actor, no te pierdas la serie El Dragón.