La mente del ser humano es tan poderosa y frágil a la vez, que quien logra entender su funcionamiento, aunque sea en una mínima parte, tiene la posibilidad de doblegar hasta al más poderoso y conseguir saciar sus deseos.

Con un texto del dramaturgo sueco August Strindberg y bajo la dirección de Raúl Quintanilla, la Compañía Nacional de Teatro presenta su temporada de la obra El padre, una tragedia llena de tensión psicológica que busca profundizar en la mente de los personajes para justificar su manera de actuar.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

El conflicto se desarrolla dentro del seno de una familia, donde el padre (Roberto Soto), un ex militar y científico, entra en conflicto con su esposa Laura (Ana Ligia García), al intentar decidir el futuro de su hija, que para ambos se vislumbra en caminos totalmente distintos.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

En esta confrontación cada personaje defiende su postura valiéndose del rol familiar que desempeña, pero es Laura,  quien al verse en desventaja contra la autoridad patriarcal, tiene que formular una estrategia para conseguir que su voz sea escuchada. Es así como ve una oportunidad en la debilidad de carácter de su esposo y valiéndose de esto, logra adentrarse en su pensamiento para sembrar la duda de la paternidad de su hija Berta (María del Mar Náder Riloba), creando un juego mental que lo deja totalmente vulnerable y que Laura está dispuesta a llevar hasta sus máximas consecuencias.  

Los siete actores en escena nos van adentrando poco a poco en este juego psicológico que llevan a escena de forma magistral.  La historia a pesar de ser un texto del siglo XIX, no pierde vigencia, ya que El padre trata de reflejar la complejidad de la mente humana, muestra lo endeble que puede ser un hombre ante la incertidumbre y a merced de sus emociones.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

En la escenografía se recrean dos habitaciones de la casa y es justo en ellas donde los actores convergen para sumergir al público en la historia. Por otra parte el  diseño de iluminación resulta un elemento vital dentro de la obra, logrando que a través de las luces, los colores y sus matices, se vaya marcando la complejidad de los personajes y la intensidad del momento.

El padre es una puesta en escena que contrasta la fragilidad de la mente y el poder de una idea, en este caso algo tan sencillo como una duda, es capaz de destruir la realidad de un hombre,  al grado de hacerlo presa de sus más profundos miedos.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

Esta obra se presentará de jueves a domingo  hasta el 14 de julio en la Sala Héctor Mendoza, la entrada es libre. Adéntrate en las entrañas de la dramaturgia de Strindberg y  descubre lo complejo pero fascinante que puede ser.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

  • Sala Héctor Mendoza
  • Drama
  • Del 13 de junio al 14 de julio, todos los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y los domingos a las 18:00 horas.
  • Dramaturgia: August Strindberg
  • Dirección: Raúl Quintanilla
  • Elenco: Marta Aura, Marco Antonio García, Ana Ligia García, Fernando Huerta Zamacona, María del Mar Náder Riloba, Óscar Narváez y Roberto Soto.