Tenemos una… Cita Sangrienta
Luego de que el cine de terror de los 90, fuertemente marcado por slashers y splatters, fuera sustituido por una ola de producciones sobre zombies y después por tramas sobrenaturales, posesiones demoníacas y eventos paranormales; llegó un replanteamiento del género donde el drama o incluso la comedia tuvo lugar junto a lo macabro u ominoso.
Bajo esta tendencia permisiva y menos purista, Benjamin Barfoot le dio vida al guión de Danny Morgan, Cita Sangrienta (Double Date). Protagonizada por Danny Morgan, Michael Socha, Kelly Wenham y Georgia Groome, narra la historia de un virgen presionado por sus amigos para tener un encuentro sexual y dos candentes hermanas que practican actos satánicos.
La cinta retoma personajes clichés, el ‘virgen’, el galán, la sensual y la insegura; sin embargo, Barfoot los hace funcionar con cierto encanto. Para el segundo acto, ya estamos completamente familiarizados y, hasta cierto punto, empatizamos con sus personalidades; de alguna manera nos interesa acompañarlos para conocer cuál será su desenlace.
Sin complicarse con sorprendentes puntos de giros, el guión construye su clímax y logra un tercer acto sólido, ágil; pero sobre todo lo dota de dosis justas de comedia y terror. Así, el espectador, siempre consciente de que se trata de una comedia de terror, deja de buscar respuestas a cualquier planteamiento ilógico para dejarse llevar por el entretenimiento que ofrece la película.
Mérito aparte, es la cuestión técnica de la película. Especialmente el manejo preciso de iluminación que nos lleva de los ambientes caóticos de un club nocturno, al escalofriante bosque para finalmente, recordarnos que somos testigos de “Una cita sangrienta”.
Frente a una cartelera que ofrece viejos estrenos, aquellos que se vieron interrumpidos en marzo por la pandemia, y cinéfilos que devoraron hasta el hartazgo lo mejor del cine de culto que ofrecieron plataformas de streaming como Netflix o Prime. Cita Sangrienta llega a la pantalla grande este 28 de agosto para recordarnos que a veces el cine puede ser solo es diversión.