100 representaciones, miles de voces

El 10 de noviembre del 2019 el Teatro Isabela Corona fue testigo de la representación número 100 de Una bestia en mi jardín, escrita y dirigida por Valentina Sierra Bárcena. 

Por medio de canciones originales, marionetas, metáforas y diálogos divertidos y a la vez reflexivos, esta obra muestra, a través de los ojos de un niño, cómo es la vida en las localidades por los que transita La Bestia y la relación que existe entre los habitantes y los migrantes.

Foto: José Luis Gutiérrez

El protagonista de esta historia es Damián, un niño al que le encanta buscar el por qué de las cosas, adora comer hormigas y que puede recordar el nombre de todas las personas que ha conocido. Su casa es conocida como El Descanso, un asilo en el que los migrantes pueden recargar sus fuerzas para proseguir con el sueño americano

Damián jamás ha visto a La Bestia, pero se ha generado una idea de cómo es ésta gracias a lo que sus amigos, los migrantes, le han contado. Lo único que él sabe es que ese temido tren se lleva a sus seres queridos a los que no vuelve a ver jamás. La relación entre Damián y La Bestia se da a través de sueños, en donde él conoce a este enorme monstruo que come personas, por lo que buscará distintos medios de impedir que ese tren devore a un amigo más. 

Foto: José Luis Gutiérrez

Si bien esta es una obra infantil, no se puede omitir el hecho de que toca temas tan fuertes y sensibles que incluso son difíciles de asimilar para los adultos. Su acierto radica en que toca el tema de los migrantes desde la inocencia de un niño al que lo acompaña un grupo de migrantes que interpreta canciones originales en vivo y que incluso realizan espectaculares malabares que van acordes al tono de la puesta en escena.

Niños y adultos ríen y gozan con esta historia que logra reunir canto, acrobacias, marionetas, chistes y una soberbia escenografía de manera perfecta. Cada elementos está cuidadosamente colocado en el lugar que le corresponde y todo aporta a esta gran obra que tiene un final sorprendente y emotivo.

Foto: José Luis Gutiérrez

Una bestia en mi jardín destroza la cuarta pared, como quisiera destrozar el muro que divide naciones e invita al público a participar en una historia de la que forzosamente forma parte. Es importante que el tema de los migrantes esté en boca de todos y esta obra ayuda a que se abra el diálogo entre padres e hijos. La directora y escritora se aleja de los falsos moralismos y muestra una obra sincera, pura y divertida.

La música es un elemento esencial, Francia Castañeda, Malcom Mendez y Yurief Nieves derrochan su talento al interpretar música en vivo a la par que representan a un grupo de migrantes que han interrumpido momentáneamente su sueño en El Descanso, donde Damián y su madre, una Patrona que se desvive por ayudar a los migrantes, los reciben con gusto. La obra es muy dinámica y capta la atención del duro público infantil que ríe y canta con Damián.

Foto: José Luis Gutiérrez

Una bestia en mi jardín es un perfecto ejercicio para que los niños conozcan un tema fuerte de una manera amena, no se trata de ingresar a los niños a un mundo de adultos, se trata de concientizarlos sobre la realidad en que se desarrollan. Esta obra se presentará sábados y domingos a las 12:30 horas hasta el 15 de diciembre del 2019 en el Teatro Isabela Corona.

Foto: José Luis Gutiérrez