Hoy en día vivimos rodeados de alta tecnología que en cierta forma dependemos de ella; sin la tecnología no somos nada. Esta revolución digital ha traído nuevas formas de ayuda y entretenimiento al ser humano, desde la Virtual Reality pasando por la Inteligencia Artificial hasta el metaverso han orientado el desarrollo humano mundial tanto en la medicina, la economía y la redes de comunicaciones. Hemos democratizado tanto el uso de las nuevas tecnologías que antes de ser solo exclusivo ahora todo el mundo lo tiene, pero ¿Y si la tecnología tuviera un lado oscuro?

“Si la tecnología es una especie de droga adictiva, entonces, ¿cuáles serían sus efectos secundarios?” De esta pregunta hecha por Charlie Brooker, productor, escritor y satírico inglés, nace una de las series más populares del momento, Black Mirror.

Black Mirror, un programa creado en 2011, nos presenta el miedo a la disrupción tecnológica sin un panorama optimista. Esta distopía nos hace reflexionar sobre la creciente dependencia tecnológica a través de historias que muestran la manera en que vivimos ahora y cómo lo haremos en el futuro si no somos lo suficiente cuidadosos con estas nuevas creaciones. 

Desde su lanzamiento en Netflix, la serie ha sido fuertemente vista por muchos usuarios incluso siendo una de las series más vistas durante la pandemia. Tras cinco temporadas, un especial navideño y una película interactiva, Black Mirror regresa con una sexta temporada este 15 de junio tras 4 largos años de ausencia.

Con cinco capítulo, nuevas historias y con un elenco muy conocido veremos una vez más como el show trata de advertirnos del consumismo y dependencia de la tecnología y más hoy en pleno auge de revolución digital.

Si aún después de ver la serie piensas que esto está muy lejos del presente y de la realidad, déjame decirte que estas equivocado, lo tenemos a la palma de nuestra mano por que lo cierto es que la tecnología es un reflejo de los que somos ahora.