Llega a México la adaptación de la puesta en escena Costo de Vida, obra ganadora del premio Pulitzer de Drama en 2018 escrita por Martyna Majok, con traducción y dirección de Samuel Sosa. La obra se presentará desde el 1 de mayo hasta el 28 de junio en el teatro del Centro Cultural Helénico, con funciones los lunes, martes y miércoles.

Costo de Vida explora la vida de dos personas discapacitadas y los retos que enfrentan para llevar una vida digna. La obra se divide en dos historias diferentes, las cuales eventualmente convergen.

Desde Bogart pudimos asistir a la conferencia de prensa a la que asistió el director y los actores. A pesar de fungir generalmente como productor, Samuel Sosa decidió volver a la silla de director para esta obra, lo cual lo cautivó desde un inicio. 

“Tenía la espinita de regresar a la dirección, y entonces este proyecto desde 2019 lo he estado planeando y hemos intentado financiarlo durante muchos años”.

Samuel comenta lo importante que era para él representar la vida de estas personas lo más fielmente posible. Por eso, no quería actores interpretando a alguien discapacitado, sino que fueran estas mismas personas las que dieran vida a estos personajes.

Tras una serie de audiciones, Sosa escogió a Sandra Jiménez Loza y Arly Velásquez Peñalosa para interpretar a la exesposa recientemente paralizada y a un joven con parálisis cerebral. Pero no son los únicos personajes en escena, pues Humberto Busto y Helena del Rio también tienen un papel protagónico en esta obra, como las relaciones sociales principales de estos personajes.

Sandra nos explica un poco sobre su personaje y lo que hace esta historia tan especial. Hace énfasis en que en esta historia no solo se habla de gente discapacitada que debe pasar por dificultades, sino que son personas tan reales y con un abanico de emociones tan grandes como cualquier ser humano. 

“No es el personaje navegando su circunstancia poco común y viendo cómo la vive, son cosas que van más allá de eso… es el tiempo de empezar a ver la discapacidad desde las posibilidades”. 

Helena también comparte un poco de su experiencia con este papel. 

“Empiezo a entender el poder que puede llegar a tener ver esta obra y romper un montón de paradigmas. Hasta ahora, me estoy dando cuenta de que yo tenía… No solo habla de la discapacidad, sino de la incapacidad de las personas para relacionarse”.

La obra se ubica en Estados Unidos y no se tropicalizará, lo que quiere decir que no se adaptará a nuestro país. Será una representación fiel a la original, a excepción del idioma. Podemos esperar que la moneda que se utilice sea el dólar y que no se utilicen jergas o localizaciones mexicanas.

Finalmente, hay que remarcar que se están haciendo la mayor cantidad de esfuerzos posibles para acondicionar el teatro para personas discapacitadas. Se están colocando lugares para la gente en silla de ruedas, rampas, taquilla y acceso a los sanitarios.