Había una vez en el año 3, 000, 458, 000 A.C. unas pequeñas levaduras que vivían en el fondo del mar primordial y que fueron las primeras formas de vida de este planeta —o al menos así lo es en este musical— estos seres controlaban lo que después sería el planeta Tierra como lo conocemos, eran seres unicelulares y asexuales que llegan al escenario para contarnos la historia de su imperio a través de un musical.

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Antes de los griegos, los romanos, los mayas y los aztecas las levaduras tuvieron su imperio que merece ser contado a través de canciones para hacerlo mucho más interesante. Grerg Kotis y Mark Hollmann —creadores de Urinetown— fueron los encargados de crear este musical en el que a través estos organismos nos hablaran del poder, la traición, la unión y la evolución de las sociedades; Dejando marcado el estilo del creador donde se le recuerda al espectador en distintos momentos de la obra que todo esto forma parte de una ficción y que cualquier error no está dentro de la convención que proponen. 

Mientras que en Urinetown se hace alusión a los musicales más clásicos con elementos con la música, los vestuarios o incluso las coreografías en Nación Primordial podemos ver algo distinto, un musical que explota el talento de la compañía a través de canciones más cercanas al rock o al pop — algunos de los arreglos en las canciones me recordaron a las versiones más recientes que se han montado de Jesucristo Superestrella— incluso el vestuario que se utiliza para esta producción es más cercano a musicales contemporáneos. 

La lucha de Ián el segundo más viejo, junto con Ián la dulce por buscar la preservación de la especie y encontrar la solución a la escasez de alimento llega por primera vez a México a través de la compañía Ícaro Teatro y con la dirección de Miguel Septién —quien también se encargo de la adaptación del libreto y las canciones— una compañía que ha entablado una relación con las obras de Kotis y que cumple el reto de presentar ambos musicales del autor en temporadas simultáneas con el mismo elenco. 

Hablemos de ese elenco lleno de talento, empezando por José Gillet — quien da vida a Ián el sabio— un actor que sorprende por el cambio tan drástico entre su personaje en Urinetown y el que vemos en Nación Primordial donde tiene la oportunidad de lucir más su voz con esos matices que le da a su voz que ayudan a resaltar los diálogos en cada escena. También forma parte del equipo María José Bernal —como Ián la astuta— la villana de la obra que deja a los espectadores aplaudiendo entre cada una de sus apariciones por su forma de interpretar las canciones en el escenario. 

La actuación de Carolina Reyes y Memo Sánchez llevando a los personajes principales durante los dos actos de la forma en que lo realizan solo deja espacio para los aplausos por la disciplina que muestran en escena, pero sería difícil encontrar a una persona en el elenco que no se encuentre en el mismo nivel que el resto. Todos tienen el momento para destacarse y lo realizan de una forma en que no buscan apagar el brillo de ninguno de sus compañeros, lo que ocasionó la aceptación del público. 

Nación primordial se estará presentando en el Teatro Milán hasta el 31 de julio dando funciones el viernes a las 20:45 horas, el sábado a las 17:00 horas y los domingos a las 18:00 horas. Así que busca tus entradas y aprovecha las promociones que tiene Ícaro Teatro para que puedas ver ambos musicales de Greg durante esta temporada.