A lo largo de su historia el teatro ha demostrado ser un arte que no sucumbe, que se mantiene firme pese a la constante amenaza de su desaparición que la ha perseguido a lo largo del tiempo. El Teatro ha sabido adaptarse a los vertiginosos cambios de la sociedad humana sin violar ni trastocar su esencia. ¡Qué Arda Tebas! refleja, a través del humor crítico, los problemas a los que se enfrenta el arte teatral día con día y la forma en que logra salir a flote gracias a la sacralidad que la gente dedicada a este arte le profesa.

El hilo conductor de la obra se basa en las peripecias de una compañía teatral que está a minutos de estrenar una representación de Edipo Rey posmoderna y “crítica” frente a un público conformado por altos funcionarios gubernamentales. El actor principal de la obra se encuentra indispuesto para actuar tras ceder al alcoholismo con el que había combatido por diez años, las disputas por diferencias creativas entre el director y el elenco salen a flote, el idealismo de teatreros nobeles se enfrenta a la apatía y hartazgo de actores veteranos que han padecido la burocratización del teatro. La conjugación de estos elementos, presentados a través de la comedia y el absurdo, culminan en una obra crítica, reflexiva e hilarante con momentos apoteóticos que a la vez generan risa y obligan a la reflexión.

¡Que Arda Tebas! se desarrolla en dos planos espaciales que comparten el mismo tiempo. El primero de ellos es el camerino, guarida de los teatreros que comúnmente le es vedada al público, pero que en esta ocasión es evidenciada para mostrar el lado humano de actores, directores y técnicos que buscan resolver sus problemas internos, para continuar con el espectáculo. El segundo plano es el escenario per se en donde los conflictos internos no logran ser maquillados con los conflictos de una trama ficticia que se desarrolla frente a un público indiferente.

El uso de ambos espacios le otorga profundidad tanto a los personajes como a la historia que se narra. Es a través de lo que pasa tras bambalinas lo que permite que el público comprenda lo que se muestra en el escenario. La línea divisoria entre camerino y escenario, entre realidad y ficción, entre persona y personaje se desdibuja, demostrando así que el teatro y el teatrero son un cuerpo indisoluble al servicio del público y del propio arte.

A pesar de que ¡Que Arda Tebas! es sumamente crítica y directa, el excelente manejo y diseño de los personajes permite que la dureza se diluya y se torne en una comedia bien planeada que constantemente arranca las carcajadas del público quien, ya sea por las situaciones presentadas o la implicación directa que tiene en la crítica, no para de reír.

Los personajes son el corazón de esta obra. Creados a partir de estereotipos que se han infiltrado en el mundo teatral, son un vehículo para hacer una denuncia contra lo más dañino del teatro. El público también es interpelado en esta metahistoria que rompe sus propios límites ficcionales y se desbordan más allá del escenario.


El director de esta versión de Edipo, representado por Américo del Río, es una crítica dura hacia los nuevos creadores que pisotean y escupen sobre los pilares del teatro, para imponer su “visión innovadora” que termina siendo un discurso panfletario vacío. Los actores noveles, interpretados por Luz Olvera y Miguel Narro parodian a las personas que se dedican al teatro buscando la llana fama o por una pasión instantánea cuyo fin está próximo.

El idealismo de los teatreros de corazón que ven lo bello de este arte y se desviven por él sin importar el papel que jueguen, es simbolizado en el papel ejecutado por Estephany Hernández como una asistente de producción ciegamente fiel al teatro. Hamlet Ramírez interpreta a un actor venido a menos que busca vivir del teatro, pero que se niega a aceptar la adaptación de éste al mundo contemporáneo, busca la pureza del teatro a la vez que el lucro.


Los últimos personajes, poderosamente interpretados por Lucero Trejo y Enrique Arreola, presentan a primeros actores que han dedicado su vida al teatro, aunque ello les haya costado su salud física y mental o la ruptura de vínculos familiares. Estos actores muestran el lado crudo del actor teatral, el sufrimiento al que se han vuelto adictos por un arte que aman.

El excelente manejo de todos los personajes dota a la obra de sentido crítico y cómico a la vez. Entretiene a la vez que denuncia. Juzga al mismo tiempo que muestra la belleza del arte teatral. ¡Qué Arda Tebas! es un cúmulo de emociones contrastantes que busca revalorizar el papel del teatro en la actualidad a través de una comedia cruda y entretenida.

Esta obra se presentará en el Teatro Helénico todos los martes del 28 de marzo al 23 de mayo del 2022 a las 20:00 horas.