La Chimera de Alice Rohrwacher
Alice Rohrwacher, directora italiana regresa con su nueva película, “La Chimera”. Presentada el año pasado en el Festival de Cannes, donde llegó a competir por la Palma de Oro, está a punto de estrenarse en México por medio de la distribuidora Cine Canibal.
Protagonizada por Josh O´Connor, quien interpreta a Arthur, un joven arqueológico británico que vuelve a Eutruria para reunirse con una banda de criminales de menor escala de reliquias y esculturas provenientes de una civilización denominada como etruscos. Cada una de las partes con su propia quimera (algo que uno desea tener, pero nunca lo logra). Los ladrones, poder vivir cómodamente sin tener que trabajar, mientras que Arthur, reencontrarse con su esposa muerta a como dé lugar.
Alice Rohrwacher es una de las mejores directoras de la actualidad, aunque su nombre no resuene por ser de la vertiente del cine europeo, ese al que muchos aún no se atreven a adentrarse. Pero es lo suficientemente talentosa como sus colegas Greta Gerwig o Lynne Ramsey, por mencionar algunas.
La virtud de la directora es poder plasmar personajes cotidianos, frente a eventos irreales y que se acercan muchas veces a una especie de realismo mágico dentro de su cosmovisión en la construcción de un lenguaje cinematográfico complejo, que debes prestar atención y ser paciente para poder entender lo que sucede, como sucede mucho en la forma de narrar una historia en el cine europeo. Muchos de estos elementos los vemos en su película “Happy as Lazzaro” del 2018, que se podría decir, es de sus más prolíficas películas, llegando a tener hasta distribución por parte de Netflix.
En este caso, repite en su reparto Alba Rohrwacher, así como el empleo de locaciones rurales, lo cual acrecienta este ambiente de fantasía, de naturaleza y hasta de fuerza cósmica. Pues justamente, el personaje de Josh O´Connor divaga constantemente entre el plano existencial y el plano ficticio. Uno personificado con el grupo de ladrones, mientras, en el otro, es mostrado con primeros planos de un rostro casi angelical, rodeado de luces brillantes, el cual es el rostro de su esposa difunta.
Dentro de este plano existencial, está grande parte de la retórica que expone Alice acerca de la añoranza del pasado. Pues Arthur, posee una habilidad única para rescatar vestigios arqueológicos. Y cada vez que lo hace, así como destierra el pasado de la localidad, destierra su propio pasado, y se aferra a él. Conjugándolo con una comedia absurda a cargo de la familia de ladrones, tanto en diálogos, como en la experimentación de trucos de cámara. De los más destacados, está el uso de cámara rápida, cuando camina Arthur, recordando al cine mudo.
Dentro del plano de la fantasía, completamente subjetivo al inconsciente de Arthur, éste existe conforme la añoranza al pasado se personifica más y más en cuanto destierra las tumbas etruscas.
Es una película que nos demuestra, hasta cuando puede llegar el ser humano para poder cumplir y conseguir las cosas que más desea. Y, por último, esa última escena es probablemente una de las mejores realizadas del año 2023.
Se estrena en salas mexicanas este 11 de abril.
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