Es común escuchar que el arte salva y nos ayuda a mejorar como sociedad, pero es una idea que parece no ser del todo correcta. Sí es cierto que las actividades artísticas pueden ayudar a mejorar muchas situaciones, tanto en la vida de las personas cómo en problemas generales de la sociedad, pero realmente ¿Es el arte lo que nos salva? 

Antes de la Segunda Guerra Mundial a Pablo Picasso le encargaron pintar un cuadro que mostrara un ataque horrible que había sufrido el pueblo de Guernica en España; Este iba a ser presentado en el pabellón español de la Exposición Internacional en Francia. El Artista se encargó de mostrar los horrores de la guerra a partir de su cubismo y mostraba elementos que expresaban las diferentes caras de la guerra, según la realidad de quien la vivía. 

Después de aquella exposición el cuadro estuvo en diferentes museos de todo el mundo y después de algunos años en los que el cuadro estaba fuera de España, Francisco Franco reclamó su regresó, argumentando que era parte de ellos. Pero Picasso tenía otros planes para el Guernica, decidió que su cuadro solo iba a regresar al país cuando la república fuera instaurada y Franco dejara el poder. Haciendo de aquel cuadro una esperanza de que las atrocidades que el mismo cuadro representaba solo iban a llegar a España cuando ya no fueran parte de su realidad.

Picasso murió en 1973 y no pudo ver una España libre, pero Franco murió en 1975 y no pudo ver el regreso del Guernica. El cuadro se mantuvo en el MoMA hasta 1981 año en que arribó a Madrid donde se mantiene expuesto en Museo Reina Sofia.  

Archivo Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

La historia del Guernica nos muestra cómo es que el cuadro cobró un significado diferente. Si bien es cierto que fue creado para representar la crueldad de los ataques a una ciudad y a través de esto crear conciencia de lo que significa la guerra y buscar la paz, el pintor le dio un valor diferente. Convirtió su cuadro en un estandarte contra el régimen de Franco, pero también le dio un sentido de esperanza a sus compatriotas que partieron a otras naciones igual que el Guernica esperando poder volver. 

Es probable que el arte por sí solo no nos dé una solución, que no pueda llegar a instaurar la paz en un país. El arte no cura, pero si es una medicina que nos ayuda a aliviar el dolor que nos causas las tensiones sociales que podemos vivir día a día, sí es una válvula de escape para liberar las presiones y dónde podemos explorar todas nuestras emociones, para que si tenemos suerte se convierta en un estandarte que cobre un significado más grande que el del autor mismo.