Hablar de los mejores discos de rock es una tarea para nada sencilla, dado que el género abarca desde el rock & roll primigenio de los 50; pasando por el surgimiento del pop rock con The Beatles, así como su transición a la psicodelia en los memorables 60; la explosión creativa del rock progresivo, el ímpetu del hard rock junto con el heavy metal o la disidencia del punk durante los 70; el frío post-punk y las diferentes new-waves de los 80; una segunda invasión británica con el britpop en respuesta al dominio americano del grunge en los 90; o todo lo que ha surgido con diferentes revivals y exploraciones del género y subgéneros desde los 2000; sin olvidar todas las propuestas underground y alternativas que han corrido en paralelo al mainstream desde siempre. 

¿Cuáles podrían ser entonces los mejores discos de rock? Tratar de enlistarlos llevaría un largo rato y probablemente se cansarían de scrollear tanto, así que en esta ocasión, en Bogart Magazine vamos a repasar no 10, sino al menos 15 discos esenciales del rock de (casi) todos los tiempos. Así que si tu disco de rock favorito no aparece aquí, por favor, no lo tomes personal y mejor cuéntanos cuál es en Instagram

Antes de comenzar, cabe aclarar que el orden en que son presentados los discos es indistinto, no es que uno sea mejor que otro, simplemente, es rock & roll. 

15. Oasis – (What’s The Story) Morning Glory?  (1995)

Los hermanos Gallagher sólo querían hacer rock & roll en pleno final de siglo a cuatro décadas del nacimiento del género, y lo hicieron de forma magistral. Recuperando influencias clásicas como The Beatles, The Who, o Paul Weller, los mancunianos pisaron el acelerador una vez entrados en la escena Britpop de los 90 y a no más de un año de su debut Definitely Maybe (1994), publicaron su segundo disco (What’s The Story) Morning Glory?, considerado por muchos como su mejor disco y una joya en bruto de la segunda invasión británica del rock. 

14. The Rolling Stones – Sticky Fingers (1971)

Si hay un disco que evoca a la perfección el ‘‘sexo, drogas y rock & roll’’, ese debería ser Sticky Fingers, el álbum más emblemático de los Stones. No hace falta pensarlo mucho, contiene temas tan populares como Wild Horses o Brown Sugar, al igual que piezas más desafiantes con referencias a drogas como Sister Morphine.  Los Stones siempre fueron ‘‘los chicos malos’’ y en este disco asumieron ese papel por completo al entregar canciones tan agitadoras y oscuras bajo una descarada y sugerente portada. Además, este álbum fue el primero en incorporar el clásico logo de la lengua diseñado por John Pasche y al guitarrista Mick Taylor en la alineación de la banda.

13. The Velvet Underground & Nico – The Velvet Underground & Nico (1967)

Publicado en el mismo año que el emblemático Sgt. Pepper’s de The Beatles, o el alucinante debut de Pink Floyd, el proyecto apadrinado por Andy Warhol parecía estar adelantado a su época, pues en su momento fue poco entendido o siquiera valorado. Sin embargo, el tiempo le dio la razón al primer disco de rock alternativo, y The Velvet Underground & Nico se convirtió en una obra de culto que muchas bandas como The Smiths, Joy Division, Sonic Youth, Pixies, etc., tomaron como referencia. En gran medida a este álbum se le debe el nacimiento de más subgéneros alternativos como el glam, el punk, el gótico, el industrial o incluso el grunge.  

12. Arctic Monkeys – AM (2013)

No podían creer el hype, pero sin lugar a dudas Arctic Monkeys son una de las mejores bandas de rock del nuevo siglo. En un momento en el que muchos creían (y siguen creyendo) que el rock está muerto, Alex Turner y compañía, luego de recorrer un camino indie lleno de experimentación, entregaron el que es considerado su mejor álbum, AM, un auténtico disco de rock & roll en pleno siglo XXI. Riffs pesados y contagiosos, melodías hipnóticas y sensuales letras que coronan al romance como el tópico indiscutible del rock; los de Sheffield sencillamente lograron conjugar indie y mainstream a la perfección para devolverle esa vitalidad y jovialidad al género.

11. Nirvana – Nevermind (1991)

Aunque quizá no es la década favorita de todo melómano o rockero, los 90 fueron una locura musicalmente hablando. Tras la música disco de los 70 y todas las new waves de sintetizadores que inundaron los 80, en América había un montón de jóvenes que ansiaban encontrar una identidad propia ante el abrumador final de siglo; de esta manera el grunge reavivó el interés por la cultura punk e impactó en toda una generación. Las bandas que fueron portavoces de este nuevo subgénero y cultura fueron numerosas, pero posiblemente Nirvana sigue siendo la más icónica a día de hoy, pues su segundo álbum Nevermind conjugó a la perfección ese sentimiento de rabia, extrañeza y pesimismo ante una sociedad cada vez más impredecible. Sumado a esto, el sonido estridente y sucio de la guitarra, una potente batería y la peculiar voz de Kurt Cobain, convirtieron al disco en un clásico inmediato.

10. Radiohead – Kid A (2000)

Qué mejor forma de entrar al nuevo milenio para el rock, que con un disco que rompió completamente con el género. La crítica especializada no lo podía creer y tampoco los fans, por lo que Kid A fue vapuleado en su momento, pero quizá eso era justamente lo que estaban buscando Thom Yorke, Jonny Greenwood y compañía, al sumergirse de lleno en ritmos intensos, tecno ambientales y letras abstractas. Quizá no suene parecido a un disco tradicional de rock, pero Kid A mantuvo cierta vena innovadora o revolucionaria, pues fue el primer gran disco que se promocionó, experimentó e incluso se infiltró en Internet. 

9. The Who – Who’s Next (1971) 

Pero volvamos a lo clásico, y qué mejor que con un disco que abría en los 70 (una década ampliamente prolífica para el rock al menos en Gran Bretaña) de la manera más rockera posible. Luego del éxito de Tommy (1969), una ópera rock con una narrativa lineal completa, Pete Townshend tenía en mente replicar la fórmula y el propio éxito de esta, pero el estrés en el guitarrista y las tensiones en la banda terminaron por aterrizar el nuevo disco de The Who como uno de rock clásico con nueve hits que hoy son esenciales del género. 

8. Pink Floyd – The Dark Side Of The Moon (1973)

Y ya que vamos sobre los 70, es parada obligatoria el octavo disco de Pink Floyd.  The Dark Side Of The Moon es posiblemente uno de los discos más épicos de todos los tiempos y su impacto cultural es innegable. La magnitud de la ambición musical de Roger Waters fue palpada por primera vez en este álbum que aborda temas como el tiempo, el capitalismo voraz, el vacío y la locura, así como la vida misma desde un enfoque sumamente introspectivo, todo sobre una base musical sólida que conjuga a la perfección el sonido más emblemático de los de Londres. A 50 años de su publicación, este disco sigue siendo un referente. 

7. The Strokes – Is This It (2001)

De nuevo un salto en el tiempo, esta vez con un disco que para muchos fue el salvador del rock en su momento. Si Radiohead entró al nuevo milenio dándole la espalda al género, The Strokes lo acogió desde sus raíces alternativas con su álbum Is This It; no por nada se les consideró un The Velvet Underground moderno. La clave estuvo en su sonido garage, simple y sucio, que precisamente emulaba al de clásicas bandas alternativas como la ya mencionada Velvet Underground, Television, o Jane’s Addiction. Julian Casablancas y compañía inauguraron lo que sería conocido como el revival alternativo de los 2000, que sobrevino en una camada de bandas influenciadas por el rock de antaño y los propios Strokes.

6. The Beatles – Revolver (1966)

Pero si hablamos del pasado, a veces es mejor volver a esos años directamente. The Beatles ya eran un fenómeno y podría decirse que estaban en la cima a mediados de los 60, pero quizá fueron realmente tomados en serio cuando decidieron dar un vuelco arriesgado pero acertado en su carrera. El pop ya no era suficiente y las inquietudes musicales del cuarteto de Liverpool, sumadas a la experimentación con sustancias y otras situaciones, dio como fruto una primera evolución musical que confirmó el potencial de la banda. The Beatles ya no sólo eran los niños bonitos de Inglaterra, también eran músicos con grandes ambiciones, y Revolver fue apenas una probadita de lo que vendría en la segunda mitad de su carrera. 

5. Black Sabbath – Paranoid (1970)

Los padres del heavy metal abrieron los 70 con un disco explosivo, el cual sentaría las bases para uno de los sonidos más pesados de la década junto con el hard rock de Led Zeppelin. Ozzy Osbourne y compañía, con todo el respeto que tenían por The Beatles y otras bandas emblemáticas de la década del verano del amor, le dieron un puñetazo en la cara al movimiento hippy y la psicodelia. Nada complejo o del otro mundo, tan solo rock & roll llevado unos cuantos decibelios arriba bajo un velo oscuro. 

4. David Bowie – The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972)

Pero en los 70 el rock no sólo significaba riffs de guitarra pesados, también se trató de libertad artística, extravagancia y teatralidad, aspectos con los que cumplía David Bowie. Luego de un par de discos en los que el londinense dio tumbos estilísticos sin poder hallar su sonido, Bowie finalmente encontró su estilo e identidad musical en su quinto álbum de estudio, con el que también sentó las bases del glam rock. The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars es precisamente lo que dicta su título, la odisea de un extraterrestre bisexual que llega a la tierra para experimentar en carne propia el sexo, drogas y rock & roll. Así, clásicos como Moonage Daydream, Suffragette City o la épica Starman, componen un álbum conceptual emblemático que al día de hoy suena increíble. 

3. Joy Division – Unknown Pleasures (1979)

Quizá ya tengan suficiente de esta década, pero incluso en sus últimos años su riqueza musical desbordó hasta colarse a la siguiente. Prueba de ello fue una propuesta que también se cultivó en el underground y en contraste con su padre, el punk, supo ser más mesurada pero no por ello menos intensa. Desde la introspección y oscuridad, el post-punk emergió como el sonido de las ciudades grises e industriales del Reino Unido; Joy Division fue y es, sin lugar a dudas, la banda emblema del género. En su debut Unknown Pleasures, un atormentado Ian Curtis supo resolver la angustia que le transmitía Manchester en letras que eran más bien poesía, pero en conjunto con el inconfundible bajo de Peter Hook, la guitarra estridente de Bernard Sumner  y la potente batería de Stephen Morris, fueron una bomba musical. 

2. U2 – The Joshua Tree  (1987)

Lo sabemos, no hay mucha música de los 80 en este listado, pero es que esa década es en sí misma un género aparte. Entre múltiples propuestas de new wave, probablemente The Joshua Tree sea el disco que mejor resuelve el rock en esta década. Bono y compañía ya tenían un estatus respetable, pero fue con este álbum con el consagraron su nombre por completo. La profundidad de las letras que Bono se replanteó al momento de escribir con una intención sobre los desiertos personales de cada uno, y el revisitar las raíces y tradiciones musicales del rock y el blues lo hicieron un disco de rock genuino. No por nada la BBC lo nombró el mejor de los 80. 

1. Led Zeppelin – IV

No es que sea el mejor, pero si alguien quisiera escuchar un disco de rock puro y duro, ese debería ser IV. A través del folk y blues que Jimmy Page, Robert Plant, John Bonham y John Paul Jones ya habían explorado en sus 3 primeros discos, complementado con el explosivo hard rock que coqueteaba con el naciente heavy metal, los de Londres entregaron un álbum repleto de hits de rock clásico; el segundo tema del disco se llama literalmente Rock and Roll, así que eso debería ser suficiente. Sin embargo, quizá lo que más resalta de este álbum es la presencia de la que se considera la canción más épica de rock con uno de los mejores solos de todos los tiempos, Stairway to Heaven.