Rumbo al Oscar: The Zone of Interest
Otra forma de contar sobre el holocausto
El Holocausto y en general, la Segunda Guerra Mundial, es uno de los acontecimientos que, puede sonar raro, pero al cine le gusta mucho retratar. Por la gran cantidad de anécdotas que hay. Recordándonos lo trágico que fue y cómo sucesos del pasado no pueden repetirse en el presente.
Sin embargo, el ser humano tropieza con la misma piedra varias veces. Además, la cultura audiovisual nos ha vuelto cada vez más insensibles, la violencia y muertes en películas o videojuegos parece ya no impresionarnos ni causarnos más impacto.
Bajo este planteamiento, es como Jonathan Glazer molda su más reciente película: “The Zone of Interest”. Pues, el impacto y brutalidad de esta película es vista desde la perspectiva de una familia rodeada en la crudeza.
¿De qué trata la película?
La cinta es una coproducción británica-polaca-estadounidense. Cuenta la vida de un comandante del campo de concentración en Auschwitz, Rudolf Höss (Christian Friedel), quien trata de construir una vida aparentemente normal con su esposa, Hedwig (Sandra Hüller), y sus hijos, en los alrededores de un campo de concentración.
Basada en la novela del mismo nombre y escrito por en inglés Martin Amis. El cambio que hace Glazer es agregar cierta fidelidad con la realidad, pues Rudolf Höss existió y en efecto, fue encargado de realizar las atrocidades que todos conocemos que ocurrieron en Auschwitz, tan así que llegó a apodársele como “El carnicero de Auschwitz”.
Sabiendo esto, es bastante extraño que el director quiera mostrar a esta atroz persona tratando de llevar su vida con normalidad. Lo cual juega con nuestra moral, pues uno no sabe si debería sentir empatía por lo que está sucediendo.
Sin embargo, conforme el desarrollo de la cinta avanza, te das cuenta, que, por quienes deberías sentir lástima es por su familia. ¿Ellos tienen la culpa de sobrellevar esta vida? Tener a su alrededor el infierno y tratar de tener una rutina común como cualquier ser humano, pero verse condicionado por un sistema que impuso el horror como un acto a la orden del día.
De hecho, es el uso del color lo que refuerza este contraste. El uso de blanco en sus prendas, dentro de sus casas, para impregnar una pizca de pureza que no está en sintonía con la postración de su mirada.
Sin embargo, los puntos que más resaltan, es tener una narrativa nada convencional acerca del holocausto. No esperes una “Schindler´s List”, o una “The Boyo in the Striped Pyjamas” y estar a moco tendido. Sabe lo hiper-explotado del tema y por ende, termina puliendo una historia que se podría considerar como una reinvención en cuanto a la forma de contar dicha tragedia por la perspectiva poco explotada.
En ningún momento vemos lo que sucede dentro de los campos de concentración, es enteramente en la familia, dentro de la casa, solo escuchando los gritos y demás actos desagradables. Por lo que hace un impecable uso del sonido.
Mostrar la cotidianidad de la familia, la hace una especie de video performance. Con técnicas cinemáticas innovadoras, como el uso de imágenes en negativo, y, sin olvidar el impecable soundtrack de Mica Levi. Generando una atmósfera inquietante y claustrofóbica. Recordando que, no hay nada que Jonathan Glazer pueda mostrar, que sea peor que nuestra mente puede imaginar.
Trayectoria
Nominada a 5 Premios Oscar, incluyendo “Mejor Película”, “Mejor Director”, “Mejor Guion Adaptado”, “Mejor Película Extranjera” y “Mejor Sonido”. Tuvo su paso por el Festival de Cine de Cannes, compitiendo por la “Palma de Oro”, y ganando Glazer el “Premio del Jurado” y “Premio FIPRESCI”. La propia compositora Mica Levi, ganó el “Premio a la Banda Sonora”.
¿Cuándo se estrena?
Pese a que ya tuvo su estreno en el país vecino, y desde hace un tiempo. Llegará a salas mexicanas el próximo 14 de febrero. Una cinta ideal para la fecha.
Puedes ver el trailer aquí: